Puede parecer increíble para muchos de los habitantes del hemisferio norte que soportamos uno de los inviernos más crudos de los últimos años, pero lo cierto es que el pasado mes de enero fue el enero más cálido de los últimos 32 años, desde que la temperatura media de la Tierra es obtenida a partir de los datos de satélites. La diferencia de temperatura con respecto al promedio de estos años se encuentra en el margen de 0,64-0,72 ºC, lo que es mucho.
Desde 1978, un conjunto de satélites obtiene datos radiométricos que permiten inferir la temperatura media de la Tierra. Hay dos grupos científicos principales que analizan estos datos con dos técnicas distintas: una empresa privada de nombre Remote Sensing System (RSS) e investigadores de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH). El año que se sitúa en segundo lugar fue 2007. Al cabo, esta evolución supone un incremento de 0,18 ºC/década.
Por otra parte, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de los Estados Unidos ha emitido sus medidas directas de la superficie. Según este baremo, la temperatura media de la Tierra del pasado mes de enero fue 0,6 ºC superior al promedio de todo el siglo XX (que es de 12,0 ºC). Así, 2010 sería el cuarto mes más caliente desde que la temperatura se mide.
En el gráfico puede observarse cómo la costa este de los Estados Unidos y casi toda Europa continental y Rusia ha sido especialmente fría, y que en España estamos en el promedio. La temperatura media en los océanos del hemisferio sur ha sido la más alta registrada, y en tierra la segunda. Si enero no ha sido, según los datos de NOAA, el mes más cálido, ha sido debido a la temperatura de los océanos del hemisferio norte, que coloca a enero 2010 en el ‘puesto’ 18.
Uno de los argumentos negacionistas más empleados es que las medidas por satélite muestran enfriamiento, lo que viene siendo desmentido permanentemente. También que las mediciones sobreestiman el calentamiento, mientras que un estudio reciente en los Estados Unidos muestra que, en realidad, las estaciones de medida de menor calidad presentan un sesgo a la baja.
Esta conclusión sería consistente con el hecho aquí presentado, pues las mediciones por satélite están suministrando temperaturas más elevadas que las de las estaciones terrestres.
Mayor información
On the Reliability of the U.S. Surface Temperature Record
NOAA: Warmest January in both satellite records
State of the Climate Global Analysis
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